La investigación se refiere a las prácticas de bloqueo geográfico, en las que las empresas impiden a los consumidores comprar contenidos digitales, en este caso videojuegos para PC, debido a la ubicación del consumidor o al país de residencia. Esta compra, que tiene lugar en forma de key/serial/clave, se encuentra limitada, y si por ejemplo se compra la key a un Estado miembro de la Unión Europea como República Checa, o Polonia, el juego nos saldrá más barato.
Si compramos una clave en alguno de estos dos países, esta clave sólo se podrá activar por residentes en dichos países, algo que puede constituir un incumplimiento de las normas de competencia de la UE al reducir la competencia transfronteriza como resultado de restringir el denominado “comercio paralelo” en el mercado único y evitar que los consumidores compren juegos más baratos que pueden estar disponibles en otros Estados miembros.
La Comisión Europea está llevando a cabo esta investigación en profundidad por iniciativa propia.
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