sábado, 12 de diciembre de 2015

El FBI también aboga por el cifrado en móviles

Maquina de cifrado Enigma

La “guerra” entre cifrado y privacidad sigue abierta, muy abierta. Hasta hace algo menos de un mes se encontraba en un estado activo, especialmente después de que fiscales de Estados Unidos dijeran que el cifrado de los móviles entorpece sus investigaciones, pocos días después de que Tim Cook dijera que no hay que elegir entre privacidad y seguridad. Y en esas estábamos hasta que, de repente, llegó el viernes 13 de noviembre y, posteriormente, la matanza de San Bernardino.

Ya con la masacre de París, muchas voces intentaron relacionar los ataques terroristas con los móviles cifrados (si bien es cierto que, hasta el momento, no se ha probado en forma alguna que así fuera). Esto, claro, condicionó las posiciones en ese debate, y que ahora la sombra del terrorismo islámico haya vuelto a pisar suelo estadounidense no ha hecho sino intensificar la campaña por parte de las autoridades públicas para que las tecnológicas den un paso atrás y les faciliten el acceso a contenidos cifrados en smartphones y apps.

El último en sumarse a esta petición ha sido el director del FBI, James Comey, que ha pedido a las empresas del sector que colaboren de manera voluntaria con con las autoridades para encontrar algún sistema con el que sea posible que éstas puedan obtener los mensajes que puedan estar relacionados con el terrorismo. Comey, en su declaración del miércoles en el Senado, aclaró que el gobierno federal no quiere una puerta trasera (al estilo de las que sí que tenían anteriormente, tal y como reveló Edward Snowden), –Lo que espera el gobierno e encontrar el modo en que, si un juez emite una orden (para conocer el contenido de un dispositivo o una comunicación cifrada), la empresa sea capaz de facilitar dicha información al juez y que sepa cuál es la mejor manera de hacerlo. El gobierno no tiene que decirle a la gente cómo deben gestionar sus propios sistemas–.

A este respecto, también afirmó (sin citar nombres) que algunas empresas han diseñado sus sistemas para poder facilitar dicha información en caso de ser necesario, pero que otras no han actuado del mismo modo. –En realidad no es un problema técnico, es un asunto de modelo de negocio. –Mucha gente ha diseñado sistemas con los que no se pueden cumplir los requerimientos judiciales. La pregunta que debemos hacernos es ¿deberían cambiar su modelo de negocio?–.

Comey no relacionó directamente los atentados de París y San Bernardino con los sistemas de cifrado (ya que no hay pruebas de ello en ambos casos), pero sí que mencionó que se habían encontrado 109 mensajes cifrados en el móvil de uno de los dos terroristas que resultaron muertos en su ataque del 3 de mayo en Garland, Texas. Un ataque a una exposición en la que se exhibían caricaturas de Mahoma y que, por lo tanto, está directamente relacionado con el extremismo.

En la parte legislativa, Comey afirmo que, de momento, la administración 
Obama no está trabajando en establecer un marco jurídico con el que obligar a la tecnológicas a proveer dicha información a las autoridades, sea por la vía que sea.

Imagen: Bob Lord

Saludos.

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