Hay que reconocer que las microtrasacciones en los juegos son una lacra, compras un juego y aún así te siguen sacando dinero como una sanguijuela. Prueba de ello le sucedió al señor Lance Perkins, el cual quedó sorprendido cuando se encontró con un cargo de 8.206 dólares
(7.390 euros) en su tarjeta de crédito por algo que no recordaba que
había comprado, y normal, ya que fue su hijo de 17 años de edad fue
quien compró grandes cantidades de “sobres” de jugadores para el juego FIFA 16.
Lance intentó que su compañía bancaria cancelara el
pago, pero no podía, ya que sino debería acusar a su hijo de fraude.
Como no funcionó, le pidió a Microsoft cancelar la factura (ya que el chico hizo las compras por medio de la Xbox One), y no funcionó, pero, “curiosamente”, la noticia corrió como la pólvora por todos los medios estadounidenses y, cómo no, fue ahí cuando Microsoft reculó y devolvió el dinero al padre del chaval.
En una entrevista para la CBC Lance se mostró “muy contento” con el resultado, “vamos a darles las gracias por haber escogido ese camino“, pero obviamente, aquí el problema no es del chaval, sino de las facilidades que existen para gastar desorbitadas cantidades de dinero dentro de un juego,
es muy fácil culpar a un chaval, pero está claro que si esto existe es
por que a las compañías les sale muy rentable no poner trabas ni
límites, y estamos seguros que muchísimas personas se habrán llevado
sorpresas con su factura que no han tenido más remedio que pagar.
vía: TweakTown
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