Comencé, por cuestiones de trabajo, a utilizar Telegram a diario poco después de su llegada a Google Play. Desde sus inicios, Telegram fue una aplicación de mensajería que tanto medios como usuarios comparamos con WhatsApp, aunque esto no era nada nuevo, ya que habíamos hecho lo mismo en anteriores ocasiones con aplicaciones de similar naturaleza como, por ejemplo, LINE.
Sin embargo, Telegram parecía poder rivalizar con más garantías frente a WhatsApp que cualquiera de las otras opciones que habíamos visto antes, y es que nos ofrecía bastantes novedades respecto al popular servicio. Esta nueva aplicación prometía ser más segura, de código libre, y totalmente gratuita, por lo que recibió una calurosa bienvenida por parte de muchos usuarios. Sin embargo, a día de hoy, esas no son las únicas ventajas de Telegram frente a WhatsApp, sino que tiene unas cuantas más.
A continuación, repasaremos tanto las cosas en las que WhatsApp es mejor que Telegram, como al contrario, los apartados en los que Telegram es superior a WhatsApp. Como veréis, la balanza se decanta claramente hacia un vencedor aplastante:
Ventaja de WhatsApp sobre Telegram
- Hacer llamadas VoIP
- Poner un estado
- Marcar mensajes como favorito
- No avisa si alguno de tus contactos llega a WhatsApp por primera vez (¿más privacidad?). En Telegram los usuarios ya existentes tienen la opción de activar o desactivar el aviso, pero no depende del nuevo usuario
- Consultar el estado del servicio desde la propia app
- Icono en la notificación que indica si nos han enviado una foto, un vídeo o un audio
- Opción para que no vean tu foto aquellos usuarios que no tienes agregados
- Información detallada con lo que has hecho (mensajes enviados y recibidos, megabytes enviados y recibidos,…)
- Mucho más extendida entre los usuarios
Ventajas de Telegram sobre WhatsApp
- Soporte para GIFs
- Soporte para stickers y facilidad para crearlos
- Soporte para bots de todo tipo
- Buscador online de GIFs e imágenes integrado
- Servicio en la nube cifrado
- La nube permite el uso multidispositivo, sin limitaciones
- No debemos dar nuestro número de teléfono para hablar con alguien, funciona mediante usuario
- Permite elegir si queremos que las imágenes se guarden o no en la galería
- Permite crear chats secretos en los que los mensajes no dejan rastro en los servidores, y establecer un tiempo de autodestrucción (segundos, 1 minuto, 1 hora, 1 día, 1 semana), de los mismos
- Menciones en grupos (el usuario recibe notificación)
- Selección de un mensaje para responderlo (el usuario recibe notificación)
- Deslizar a la derecha dentro de un chat para volver a la pantalla de todos los chats
- Más ajustes para el tamaño de texto (WhatsApp solo tres modos)
- Versión web mucho mejor implementada, gracias de nuevo a la nube (en WhatsApp dependes del teléfono)
- Soporte para envíos de cualquier tipo de archivos (hasta 1,5 GB)
- Limitación a 1,5 GB en el envío de vídeos (por 16 MB de WhatsApp)
- Grupos más grandes (200 miembros por 100 de WhatsApp)
- Supergrupos: convertir un grupo que ha alcanzado el límite (200 usuarios) en un grupo de hasta 1000 usuarios con un historial único, donde los mensajes borrados desaparecen para todos los integrantes
- Totalmente gratis y de código abierto
Entonces, ¿por qué seguimos usando WhatsApp en lugar de Telegram?
Es cierto que Telegram sigue aumentando a buen ritmo el número de usuarios, pero sea como sea, la cantidad ingente de personas que usan WhatsApp en todo el mundo es abrumadora, y es que ya está cerca de los 1.000 millones –datos del pasado mes de septiembre–. Evidentemente, atendiendo a las ventajas de Telegram sobre WhatsApp es difícil de comprender, aunque la posibilidad de hacer llamadas de voz ha supuesto un buen apoyo para la app en propiedad de Facebook. Sin embargo, la situación es más fácil de entender si nos remontamos a los orígenes de cada aplicación.WhatsApp llegó en el mejor momento
Cuando WhatsApp empezó a aparecer en dispositivos móviles, allá por finales del 2010, los usuarios seguíamos usando con asiduidad los ahora casi extintos SMS. Había un precio por SMS de 8, 10, 15 céntimos, aunque eran comunes las tarifas planas, o paquetes con una cantidad (100, 350, 500…) de mensajes gratis al mes, en una época en la que por 300 MB de datos te podían “clavar” 30 euros/mes tranquilamente.
Por tanto, la aparición de WhatsApp fue una auténtica revolución, a pesar de que muchos ya nos comunicábamos por correo o por GTalk desde nuestro teléfono. Poneos en situación: “¿Cómo, que puedo chatear con todo el mundo gratis desde el móvil de forma instantánea y solo con tener una tarifa de datos?” Y ese fue “el fin” de los SMS. Aunque quizás en ese momento no lo percibimos como un avance tan importante, sino que es ahora cuando nos damos cuenta, precisamente cuando millones de personas lo han acogido como su principal medio de comunicación con el resto.
Aunque había escépticos –creo recordar que yo era uno–, WhatsApp creció a pasos agigantados, algo a lo que evidentemente ayudó muchísimo el boca a boca. Y es que tener un smartphone y no tener WhatsApp era casi de bicho raro. El servicio siguió creciendo incluso cuando lo hicieron de pago (unos pocos céntimos al año, ni eso si te extienden el periodo), y eso que hay muchos de esos que no tienen problema en gastarse 600 euros en un teléfono, pero sí en gastarse una pequeña cantidad en un servicio gracias al que ya no tiene que enviar SMS de pago.
Telegram, un rival que va en serio
Por el camino, nacían unas cuantas alternativas que no terminarían de cuajar, aunque aun a día de hoy tienen usuarios, hasta que en 2013 hacía lo propio Telegram. Como decíamos al principio, venía con la coletilla de “gratis, muy seguro y de código abierto”, por lo que desde el principio fue acogido con los brazos abiertos. Pero los cientos de millones que a su llegada ya estaban usando WhatsApp consiguieron que no se le diera tanto bombo como el que quizás merecía.
En la actualidad, tras unas cuantas actualizaciones, tras unas cuantas caídas de ambos servicios, especialmente acusadas las de WhatsApp en momentos clave como el pasado día de Nochevieja, y tras unos cuantos fallos de seguridad que afectaron a WhatsApp sobre todo en 2011 y 2012, podemos confirmar que Telegram ha superado a WhatsApp. Al menos en funcionalidades, en “usabilidad” e incluso en diversión (la de risas que nos pegamos con los stickers y los GIFs), pero lo que es en usuarios, la diferencia sigue siendo enorme.
Telegram es teóricamente más seguro, no tiene tantos problemas de caídas también es cierto que sus servidores deben soportar muchos menos usuarios actualmente–, es mucho más versátil gracias principalmente a que trabaja en la nube, y en definitiva, es una aplicación muchísimo más completa, como así demuestran las ventajas de una sobre la otra. La decisión es vuestra, yo personalmente lo tengo muy claro.
Saludos.
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