Esto no implica que Intel deje de lanzar nuevos modelos cada año, como ha venido haciendo hasta ahora, pero habrá un mayor control de la optimización de cada arquitectura y el proceso de desarrollo se volverá más lento. Es decir, dejaremos de ver que a cada año tenemos o bien una reducción en el proceso de fabricación o bien una nueva arquitectura, por llamar de alguna forma a los saltos intergeneracionales de Intel.
¿En que se traduce esto? En que la próxima plataforma Intel Kaby Lake estará fabricada en 14 nm y que tendremos que esperar hasta la que suceda a esta para ver procesadores Intel bajo un proceso de fabricación de 10 nm, lo que ocurrirá mínimo en 2017. Igualmente, se espera que Intel de el salto a los 7 nm para 2019 o 2020, como mínimo.
Vía: Tweaktown
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