Esta semana anunciábamos que los procesadores Intel Cannon Lake, que llegarán ofreciendo CPUs de 4, 6 y 8 núcleos a un proceso de fabricación de 10 nanómetros, habían sufrido su 4º retraso. Intel hizo el anuncio oficial pero no dio a conocer los motivos, los cuales ahora conocemos que estarían ligados a unos gráficos integrados que aún no están listos para ver la luz.
Debido a esto, ahora sabemos que los primeros productos con CPU Cannon Lake llegarían a finales de 2017 con unos modelos limitados en volumen esperando aumentarlo a mediados de 2018, mientras que los procesadores con gráficos integrados son los que llegarían a finales del 2018.
Debido a ello, muchos de los proveedores están considerando saltarse la generación Cannon Lake para esperar a Ice Lake (10nm+), el sucesor de Cannon Lake que debería estar disponible poco después de haber llegado las CPUs con gráficos integrados (iGPU), al menos que Intel retrase su lanzamiento para dejar un espacio ante ambas generaciones.
Los más optimistas son los fabricantes de portátiles, los cuales esperan que los gamers y profesionales vean en Cannon Lake la oportunidad perfecta para comprar un nuevo portátil debido a una mejora del 25% de rendimiento con un 45% menos consumo respecto a las CPUs Kaby Lake. La mayoría de los fabricantes de portátiles ya habían comenzado a solicitar a Intel estas CPUs para el 2018, pero debido a este retraso, las fuentes indican que ahora los fabricantes están revisando sus planes en torno a los futuros lanzamientos, y esto implicaría dar mayor protagonismo a Coffee Lake durante mayor tiempo.
vía: Digitimes
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