Esos ajustes son importantes, ya que al comparar un Ryzen 7 2700X a 4 GHz con un Ryzen 7 1700X a la misma frecuencia se puede ver qué diferencias presentan uno y otro en términos de rendimiento bruto sin que las frecuencias de trabajo puedan influir en lo más mínimo, es decir cómo afectan las novedades a nivel de arquitectura que ha introducido AMD en Zen+.
En el vídeo que os he dejado podéis ver todas las claves del análisis aunque como siempre os deje un resumen con las claves más importantes del mismo.
Haciendo un balance general las mejoras a nivel de arquitectura han permitido que efectivamente exista una mejora a nivel de IPC en el Ryzen 7 2700X. Esto se deja notar con diferencias que van de un modesto 2% a un 10% en juegos.
¿Cómo ha conseguido AMD esa mejora de IPC?
Pues básicamente con tres grandes claves: reduciendo la latencia de la memoria caché, mejorando la intercomunicación de los núcleos del procesador y utilizando un modo turbo mejorado que trabaja de forma más inteligente ajustando de forma efectiva las frecuencias a la carga de trabajo.
Somos conscientes de que no es una diferencia de rendimiento muy grande pero confirma que los Ryzen serie 2000 son un paso en la dirección correcta.
Saludos.
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