La interfaz PCIe Gen 4.0 x8 permitirá la llegada de SSDs de alto rendimiento con un nivel de prestaciones que promete dejar “en ridículo” a las unidades más avanzadas (y caras) que existen actualmente.
Como sabrán muchos de nuestros lectores habituales no todos los SSDs son iguales. Aunque es cierto que tienen una base que les atribuye una serie de características comunes también presentan diferencias muy importantes que dependen de diversos elementos y que afectan tanto al rendimiento como a la capacidad y a la vida útil, y obviamente también al coste de fabricación y al precio de venta.
En este sentido podemos diferenciar las unidades SSD atendiendo al tipo de memoria NAND Flash utilizada: SLC (single level cell), MLC (multi level cell), TLC (triple level cell) o QLC (quad level cell), y también en función de la controladora y de la interfaz utilizada (SATA III, PCIE NVMe).
Los modelos SLC y MLC ofrecen una mayor vida útil y son más fiables que los TLC y QLC, pero su precio es mayor. Por su parte los SSDs SATA III son más económicos que los PCIE NVMe pero también más “lentos”, ya que alcanzan máximos de lectura y escritura secuencial de unos 550 MB/s mientras que los segundos pueden rondar entre los 2.000 MB/s y los 3.000 MB/s, dependiendo de la controladora utilizada.
Pues bien, el salto de la interfaz PCIe gen 3.0 x4 a PCIe 4.0 x8 en las unidades SSD de nueva generación va a permitir un aumento de rendimiento monstruoso, tanto que se habla de valores de más de 8.000 MB/s en lectura secuencial y de más de 2 millones de IOPS.
SSDs cada vez más potentes y económicos
Este salto generacional va a ser posible gracias a la introducción del nuevo estándar PCIe 4.0 y al desarrollo de la controladora Flashtec NVMe 3016 Gen 4 PCIe, que ya ha entrado en al línea de producción. Las primeras muestras ya han empezado a llegar a algunos clientes, así que es posible que su etapa de producción en masa se confirme a finales de este mismo año.
Para asegurar un buen soporte y una alta fiabilidad se ha confirmado la compatibilidad de dicha controladora con memorias NAND Flash TLC y QLC, y también con ECC (corrección de errores) y configuraciones RAID. Os recordamos que la memoria TLC almacena tres bits por celda y la QLC cuatro bits por celda, una diferencia importante que permite a la segunda dar forma a unidades más económicas sin sacrificar capacidad aunque reduciendo ciclos de escritura (menor vida útil).
El lanzamiento de nuevas unidades SSD adaptadas a los estándares más modernos y con un mayor rendimiento es algo positivo para todos. Por un lado se presenta como una alternativa para profesionales y particulares que quieran estar a la última (y estén dispuestos a pagar por ello), y por otro lado contribuye a que las generaciones anteriores bajen de precio y resulten más económicas y accesibles para el grueso de consumidores “normales”.
Actualmente cualquier usuario medio tiene suficiente con una unidad SSD SATA III de 500+ MB/s. Son la mejor opción si necesitamos de una gran capacidad de almacenamiento, ya que es posible encontrar unidades con un tamaño de 1 TB por unos 200 euros, aproximadamente.
Saludos.
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