martes, 8 de julio de 2014

AMD A8-7600 y R7 240 en CrossFire a prueba

AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba

La APU de AMD A8-7600 se sitúa justo en la gama media-alta del catálogo de la compañía, sobre todo gracias a su CPU de cuatro núcleos basada en la arquitectura Steamroller.

Su frecuencia de trabajo a nivel CPU es de 3,1 GHz-3,8 GHz, modo normal y turbo, y cuenta con una GPU integrada que suma un total de 384 procesadores de flujo a 720 MHz.

AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba

Estas especificaciones la dejan como un componente que no sería capaz de ofrecer por sí solo un rendimiento aceptable en juegos si subimos la resolución a 1080p y calidad media, ¿pero qué pasa si activamos el modo CrossFire con una tarjeta gráfica de gama baja como la R7 240? Pues que nos llevamos una agradable sorpresa.

AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba
AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba

Como podemos ver en las gráficas que acompañan al artículo el rendimiento aumenta mucho, tanto que todos los juegos, a excepción de Crysis 3, son plenamente jugables a 1080p con calidad media.

AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba
AMD A8 7600 y R7 240 en CrossFire a prueba

No hay duda, el escalado que ofrece esta configuración CrossFire es muy bueno, ya que en por ejemplo en Battlefield 4, Tomb Raider y BioShock Infinite llega a doblar el rendimiento, lo que la convierte en una opción a tener en cuenta por todo aquel que quiera montar un equipo básico sobre el que actualizar posteriormente.

Saludos.

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