Pronto se acabarán las vacaciones de verano o para la mayoría ya han acabado y los profesionales de negocios tendrán que volver a trabajo diario. Una buena ocasión para recordar la conveniencia de una limpieza del portátil para poner en forma una de las principales herramienta de trabajo.
Una limpieza física que además de mejorar su aspecto es importante para su funcionamiento y que debe comenzar por desconectar el portátil de la red eléctrica, desenchufar todos los periféricos y cableado y también retirar la batería si es extraíble. A partir de ahí las tareas a realizar son las siguientes:
Limpieza del chasis
Es una tarea simple y sencilla utilizando productos especializados u otros que todos tenemos a mano. Simplemente agua tibia ligeramente jabonosa y un paño bien escurrido que no deje pelusas tipo microfibra, con especial cuidado de no introducir líquido por las rejillas de ventilación.
Limpieza de las rejillas de ventilación
Un apartado importante porque la suciedad o polvo localizada en estas aberturas puede disminuir el rendimiento del equipo, obligar a que los ventiladores estén permanentemente conectados e incluso apagar el equipo si sube de temperatura por encima del límite de seguridad. El mini aspirador comentado y el bote de aire comprimido (teniendo cuidado con la presión para no dañar los componentes) son el material a utilizar. Pueden retirarse algunos paneles para dejarlos más accesibles pero solo en caso extremos y teniendo en cuenta que hay que tener ciertos conocimientos y que algunos fabricantes pueden anular la garantía si se abre el portátil.
Limpieza de la pantalla
La limpieza de la pantalla es más delicada ya que no está diseñada para entrar en contacto con la humedad. Como con el chasis, podemos utilizar productos especializados como espumas o soluciones caseras, creando un líquido mezclando al 50% agua destilada y vinagre blanco. A partir de ahí utilizaríamos un paño muy suave para limpiarla y otro para secarla, asegurándonos que no queden restos de líquido.
Limpieza del teclado
Comenzaríamos por retirar polvo y restos entre las teclas con un bote de aire comprimido y/o un mini aspirador especial para teclados que suele incluir un cepillo limpiador para accesos a zonas difíciles. Después haríamos la limpieza de la misma forma que en el chasis, evitando también que la humedad se cuele por debajo de las teclas y afecte a la electrónica.
Esta limpieza física debe complementarse con otras tareas de mantenimiento software que aporta numerosas ventajas en términos de eficiencia y seguridad, como la actualización del sistema operativo y aplicaciones, copias de seguridad, limpieza del registro, revisión de las contraseñas, eliminación de archivos o programas que no utilicemos o desfragmentación de los discos duros.
Saludos.
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