A la hora de renovar nuestro PC muchos hemos tenido que recurrir en determinadas ocasiones a la compra de componentes de segunda mano, un mercado que puede servirnos de válvula de escape cuando no tenemos suficiente presupuesto como para enfrentar el coste de una renovación con componentes nuevos, o cuando simplemente no queremos hacer esa inversión porque sólo buscamos alargar un poco la vida útil del equipo hasta que podamos cambiarlo por completo.
Sin embargo el mercado de componentes de segunda mano es una auténtica jungla, y no sólo por los precios, sino porque también corremos el riesgo de que el objeto que compremos no esté en buen estado o de que no funcione correctamente, así que debemos ir con muchísimo cuidado.
Obviamente esto no cambia el hecho de que es un mercado interesante en el que podemos encontrar soluciones muy atractivas y a buen precio que nos pueden ser de gran utilidad, pero como dijimos debemos ir con sumo cuidado, buscar bien y sobre todo tener claro el valor aproximado que es justo pagar por lo que estamos buscando.
Hay muchas variables a considerar, pero como es un sector interesante hemos querido hacer una guía con la que ayudaros a asegurar buenas compras de componentes de segunda mano para renovar vuestro equipo, en la que os dejaremos una serie de consejos base que deberéis tener muy en cuenta.
1-Ten claro lo que necesitas cambiar
Puede sonar demasiado obvio pero es el pilar básico para hacer una buena compra. Si por ejemplo queremos cambiar nuestra tarjeta gráfica pero no nos damos cuenta de que la fuente no nos servirá con otra nueva da igual que consigamos una nueva a un precio muy bajo, ya que no podremos utilizarla hasta cambiar dicha fuente.
Por ello debes conocer bien tu equipo, saber qué es lo que ya no cumple tus necesidades o expectativas y qué elementos pueden depender de él y a la inversa, ya que sólo así te asegurarás de que estás buscando los componentes correctos.
Obvia decir que este consejo también aplica a compras de componentes nuevos, ya que en esencia es un consejo general para enfrentar cualquier renovación de componentes.
2-Recurre a servicios de confianza
También es obvio pero debemos tenerlo en cuenta. No debemos dejarnos llevar por aparentes chollos, ya que en la mayoría de los casos serán timos y si picamos tendremos muy complicado recuperar el dinero.
Se han dado muchos casos de este tipo, de hecho uno de los últimos utilizaba de gancho una GTX 970 por 200 euros. ¿Suculenta, verdad? Sólo aceptaba pago por transferencia y engañó a bastante gente, así que cuidado.
Lo ideal es buscar el trato en mano, y si podemos probar antes de comprar mejor que mejor. También podemos recurrir a servicios con intermediarios que acepten devoluciones o PayPal, ya que con ello minimizamos los riesgos.
3-Conoce los riesgos que presentan los componentes que buscas
Cada componente presenta ciertos riesgos al ser de segunda mano, y debemos tenerlo muy claro. Por ejemplo en procesadores con multiplicador desbloqueado lo más probable es que el mismo haya sido overclockeado, y por tanto podría tener daños no apreciables a corto plazo.
Con las tarjetas gráficas ocurre algo similar, pueden haber sido overclockeadas, y en el caso de los modelos con varios años encima es posible que nunca hayan visto un cambio de pasta térmica, por lo que podrían presentar problemas de temperatura y acabar dando problemas.
Los SSDs y los discos duros también pueden acabar dando problemas si tienen muchos años encima, así que no recomendamos comprar productos de este tipo que tengan más de dos años de uso, salvo que sean realmente baratos y estemos dispuestos a sumir un riesgo claro.
Por eso dijimos que lo ideal es probar antes de comprar, o buscar productos con pequeñas garantías y/o vendedores que admitan devoluciones.
4-Compara precios y no temas negociar
Antes de lanzarte a comprar uno o varios componentes debes tener claro cuál es el precio medio que tienen en el mercado de segunda mano, siempre acorde a una determinada antigüedad y estado o calidad, ya que por ejemplo no puedes meter en el mismo saco una GTX 970 genérica que una GTX 970 G1 de GIGABYTE, por poner un ejemplo.
Una vez tengas el precio medio en la cabeza busca y ten mucha paciencia, y si encuentras un producto que se ajusta a tus expectativas pero se pasa de precio no temas negociar de forma educada, aunque no pierdas el tiempo si ves que el vendedor no está abierto a diálogo.
No te olvides de comparar también el precio de segunda mano con el que tendría nuevo o con el de su equivalente más cercano, ya que te podrá servir como referencia para fijar un punto claro que marque la línea divisoria entre lo aceptable y lo no aceptable.
5-No compres componentes demasiado antiguos
Esto tiene una explicación muy sencilla. Si compras componentes muy antiguos no notarás una mejora grande frente a los que ya utilizas, y probablemente estén igual de obsoletos o lo estén muy pronto y no amortices el dinero gastado.
Un ejemplo claro lo tienes en las GTX 295 de NVIDIA y las HD 4870X2 de la extinta ATI, ambas son tarjetas gráficas con una potencia muy grande para el tiempo que tienen, pero su consumo es enorme y además no soportan DirectX 11, por lo que no te permitirán jugar a los títulos actuales.
Otro ejemplo lo tenemos en los Core 2 Duo y los Athlon 64 X2 que fueron tope de gama en su momento. Dada la pequeña diferencia de precio que tienen con los Core 2 Quad y los Phenom II X4 lo mejor es pasar directamente de ellos.
Tampoco debemos olvidarnos de que los componentes con más años encima tienen más probabilidades de fallar a corto plazo, ya que han recibido un mayor uso.
6-No te olvides de los productos restaurados
En un punto intermedio tenemos los productos restaurados, aquellos que no llegan a ser nuevos pero que tampoco son de segunda mano en sentido estricto, ya que por lo general han recibido un uso mínimo y se encuentran totalmente restaurados, hasta tal punto que pueden parecer nuevos.
Su precio es muy cercano al de sus equivalentes nuevos ya que no son componentes de segunda mano, pero en algunos casos es posible encontrar ofertas muy buenas a precios muy atractivos, sólo hay que buscar y tener un poco de suerte.
Por lo general son una gran opción si el presupuesto lo permite, ya que tienen garantía de hasta dos años y no suelen dar problemas.
Imágenes: Shutterstock.
Saludos.
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