La realidad virtual llegó dispuesta a convertirse en un auténtico objeto de deseo dentro del mercado general de consumo, pero la realidad es que no sólo no ha conseguido generar un gran interés entre los usuarios, sino que además su situación podría empeorar en 2017.
Vamos a ser claros. Por un lado tenemos que ninguno de los principales fabricantes ha conseguido unas ventas de kits de realidad virtual que se acerquen mínimamente a las estimaciones que tenían para 2016, lo que nos deja una conclusión clara, y es que la tasa de adopción es muy baja.
Por otro lado eso tiene una consecuencia clara, y es que hace que desarrollar aplicaciones y juegos para realidad virtual no sea atractivo por el bajo número de usuarios que hay detrás. La explicación es muy sencilla, pocos usuarios equivale a ingresos bajos o casi nulos.
¿Creés que exageramos?. Para nada, y basta un dato para entenderlo a la perfección. En un país como Japón, donde PS4 es un éxito, el kit de realidad virtual PSVR apenas ha sido comprado por un 0,7% de los usuarios de dicha consola.
Desde luego hay muchos gigantes respaldando el despegue de la realidad virtual y haciendo grandes inversiones, pero algunos analistas de mercado ya han alertado de que la llegada en 2017 de una amplia oferta de kits de realidad virtual acompañada de una escasez de aplicaciones verdaderamente rompedoras puede tener consecuencias fatales, ya que esas inversiones caerían en saco roto.
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Saludos.
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