Lo más curioso de esta primera toma de contacto, es que, ya sea a 1920 x 1080p (Full HD), 2560 x 1440p (Quad HD / 2K) o 3840 x 2160p (4K), todas las gráficas AMD lideran la lista, pudiendo ver como incluso una Radeon R9 290X es más rápida que incluso una configuración SLI de dos GeForce GTX 980 o 1 FPS de media más lenta que dos GeForce GTX 980 Ti. Esto podía deberse a que Nvidia aún no se llevaría bien con un motor gráfico desarrollado bajo la API DirectX 12 o algo tan simple como malos drivers o perfiles SLI no optimizados, aunque en configuraciones mono-GPU el liderazgo de AMD es indiscutible. Todas estas gráficas se acompañaron de un Intel Core i7-5960X @ 4.60 GHz montada en una Gigabyte X99 UD7 junto a 32 GB de memoria DDR4 @ 2666 MHz.
Llama la atención que los procesadores de AMD se aprovechan más, ya que sus 8 núcleos trabajan al menos al 34% de carga, mientras que el Core i7-5960K ve como el núcleo que mayor carga alcanza es de un 32% respecto al 15% del que menos trabajo realiza. Eso es una buena/mala noticia, mala por que no se está aprovechando realmente su rendimiento, y buena por que aún puede arrojar mucha más potencia con la que alejarse del rendimiento de AMD, aunque es una tontería al menos que se tenga un monitor de 120, 140 o 200 Hz (por ejemplo) que aproveche ese aumento de rendimiento para mover más FPS.
Respecto a la RAM, se necesitará al menos 6 GB de memoria RAM para disfrutar sin problemas del juego, así que lo recomendable será tener 8 GB en nuestro equipo. Al ser una fase Alpha, es de esperar cambios significativos en la versión final. En resumen, para jugar a máxima calidad bajo una resolución Full HD podremos ir sobrados con un Core i3 que alcance al menos los 3.10 GHz o un AMD FX de 4 núcleos que alcance los 3.80 GHz al que acompañar de una Radeon R9 280X, nada mal considerando que obtendremos una media de rendimiento en torno a los 60 FPS.
Saludos.
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