Seguro que más de un lector recuerda la primera vez que vimos a Watch Dogs. En el E3 de 2012, Ubisoft mostraba el primer juego en mucho tiempo que parecía dar el salto que todos esperábamos. La prensa especializada, curtida en mil batallas, se levantó a aplaudir en el momento en el que Watch Dogs se consagró en ese fenómeno llamado hype. Después llegaron las noticias con cuentagotas, los anuncios de downgrade gráficos y las decepciones por anticipado. Hoy, es tiempo de valorar; hemos probado Watch Dogs en PS4 y esas son nuestras impresiones.
Ficha técnica
Hackear un dispositivo es tan sencillo como mantener pulsado un botón unos segundos; móviles, semáforos, cámaras de videovigilancia o las granadas de nuestros enemigos están a nuestra disposición. Watch Dogs quiere que seamos espías y nos permite investigar su mundo y a los que lo pueblan desde la perspectiva del pirata informático; podemos decidir si vaciamos la cuenta de una anciana o usamos nuestras habilidades para impedir un delito que está a punto de producirse, todo en tiempo real y con un componente cuasi-aleatorio que engancha.
Lo mejor es que Ubi ha sabido integrarlo en una interfaz que no molesta, pero si ofrece al jugador las opciones suficientes para saber qué puede hacer y lo incita a probar combinaciones. La curva de dificultad es suave y serán pocos los momentos en los que nos encontremos sin tener nada que hacer, si bien la campaña es absolutamente lineal.
La influencia de otros juegos de la casa francesa se nota y mucho en gran parte de las mecánicas del juego. Están especialmente bien resueltos los tiroteos y las zonas de sigilo, si bien la conducción nos parece demasiado arcade y, una vez obtenidas las habilidades necesarias, resultará un reto demasiado sencillo para usuarios con experiencia en el género.
Promesas rotas que no son para tanto
Mentíriamos si dijeramos que el nivel gráfico de Watch Dogs está a la altura de lo esperado. De hecho, parece más un juego intergeneracional (clásicos de los primeros meses de vida de una nueva consola) que la revolución que esperábamos. En PS4, la plataforma en la que lo hemos probado, el juego se mueve a 900p con 30 frames constantes, ofreciendo una sensación de fluidez notable.Los problemas vienen cuando nos encontramos con texturas un tanto pobres (se nota mucho más en conducción), animaciones que no pasan de aceptables y promesas como el realismo de fuego, humo y explosiones se han quedado en eso. Títulos como Infamous Second Son, de reciente aparición, superan con creces al que, en teoría, venía a batir récords en el plano técnico.
Más allá de eso, resulta una gozada jugar a un sandbox repleto de vida sin parones, ralentizaciones ni caídas repentinas de framerate. Nos quedamos con las buenas noticias que augura para el resto de la generación, en la que incluimos una más que probable segunda parte de una IP que ha llegado para quedarse.
Conclusiones
¿Qué le debemos pedir a un juego? La mayoría de lectores contestarán que diversión, por encima de todo. Watch Dogs la tiene y, por esa razón, nos resulta injusto valorarlo como un mal juego, como lo que pudo haber sido y no fue. Estamos ante un sandbox notable, que no tendrá el peso que muchos esperábamos, pero que ofrece entre 20 y 25 horas de buenos ratos. Recomendable para casi todos, siempre que nos olvidemos para siempre de aquel tráiler…Saludos.
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